Ya he tenido la oportunidad de ver On the road. He tardado un poco mas porque quería verla en versión original, donde en mi opinión gana mucho mas que la doblada. Así me lo aseguró la persona con la que iba que la ha visto doblada y original. De todas formas no entro en el debate sobre doblaje u original en esta entrada, pero puede que lo haga próximamente.
Centrándome en la película, una vez mas comento mi principal queja. Hemos tenido que esperar demasiado para verla. En países como Francia se estrenó hace casi un año, y no hablo del Festival de Cannes, sino de las salas comerciales. Se ve que se está convirtiendo en algo habitual tantear el terreno hasta el estreno en nuestro país, y mas si a la película la acompañan malas críticas (que se lo digan al Twixt de Coppola que sigue siendo inédito en España, nos conformaremos con verla un día estrenada directamente en DVD como El hombre sin edad).
La dirección bien ejecutada por parte de Walter Salles. Ya hizo un proyecto de carretera como era Diarios de motocicleta.
Y la adaptación por parte de Jose Rivera sobre la novela también me ha parecido buena. Y no es fácil esta adaptación, supongo que como la mayoría. Llevar un libro al cine no es facil, y aquí empieza el primer punto de discordancia que carece de sentido. Ya se escuchó que la adaptación no lo incluye todo. ¿Y cual lo hace? Recienemente ya hablé de Las ventajas de ser un marginado, el propio autor Stephen Chbosky la dirigió y adapto a la pantalla. Y ha sido premiado por ello. Pero como es evidente ni siquiera el propio autor de la novela que es el primer interesado en la adaptación mas pulcra puede llevarla a cabo.
Como segundo punto las quejas hacia ciertos actores. Creo que poca queja habrá hacia Sam Riley (que ya hizo un gran trabajo interpretando a Ian Curtis en Control). También están a la altura Garrett Hedlund y Tom Sturridge. El ataque virulento fue hacia Kristen Stewart que, sin embargo, hace un buen papel siendo mas expresiva de lo habitual. Entre otras tonterias se dijo que siendo una película independiente como podía aparecer ella. También aparecen Kirsten Dunst o Viggo Mortensen y no por ello rompen el aura de cine independiente. Sería tan absurdo como decir que James Franco que hace mucho cine de ambos tipos se tiene que decantar obligatoriamente por uno de ellos cuando lo hace genial en ambos.
Por último hago mención a la producción de Francis Ford Coppola que vuelve a ser genial, sin importarle llenarse los bolsillos. Lo digo porque está claro que con sus últimos proyectos seguramente pierda dinero, pero ya le da igual. Hace lo que quiere, y lo hace bien desde mi punto de vista. Coppola tiene los derechos de la novela y ha esperado al director idoneo para llevar a cabo el proyecto. Así que se le agradece el proyecto a su American Zoetrope, y al resto de las productoras que han participado que no son pocas.
Aquí concluyo la entrada, dejándome seguro mucho en el tintero. Pero creo que he dicho lo mas destacado. Ojalá haya mas proyectos sobre la generación Beat. Ya pudimos acercarnos y disfrutar con Howl. Y esta nos ha vuelto a sumergir en ese mundo.
Hasta la siguiente entrada.
